miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sa´ida el-Horra

Sa´ida el-Horra

Por Elisa Simon

En relación con el artículo anterior,  “La magia de Xauen” me gustaría contarles la historia de Sa´ida el-Horra, hija del fundador de la hermosa  ciudad de Xauen, en Marruecos.

Moulay Alí ibn Rashid, se casó con una bella mujer morisca llamada az-Zahra, natural de Basher o Besher, actual Vejer de la Frontera. Este pueblo está situado en las montañas de la sierra de Cádiz, muy cerca del océano Atlántico y junto al río Barbate. 





 

En la parte más alta de Besher o Basher se construyó en época andalusí una Alcazaba, para vigilar el tráfico marítimo y terrestre. Pertenecía a la cora (distrito) de Sidonia o Saduna, cuya capital era madinat ibn al-Salim, actual Medina Sidonia. A lo largo de la historia de al-Andalus, Besher al igual que la mayoría de las pequeñas localidades de la sierra de Cádiz, vivieron su época andalusí a la sombra de las grandes ciudades. Hacia 1250 Besher cayó en manos castellanas, pronto pasó a formar parte de la línea de frontera entre el reino nazarí y Castilla, de ahí el término “de la frontera” al igual que los nombres actuales de muchas ciudades de la provincia de Cádiz.



Hasta hoy en día Vejer de la frontera conserva el legado andalusí como las cobijadas, mujeres del lugar cubiertas con un manto tapando gran parte de su rostro, las cuales se veían caminando por las callejas hasta no hace mucho tiempo. El trazado del pueblo, con calles estrechas, casas encaladas y pequeñas plazas como en Xauen. En cuanto a la repostería, los ricos pasteles típicos con frutos secos, son algunos ejemplos de la herencia andalusí en Vejer. 







La bella morisca Az-Zahra marchó junto a su esposo Moulay Alí ibn Rashid para el Magreb, después de que éste participara en la guerra de Granada a finales del siglo XV.
Moulay Alí ibn Rashid fundó la ciudad de Xauen en 1471, que se extendió alrededor de una Alcazaba inicial. Dicen que Alí ibn Rashid construyó esta ciudad enclavada en la montañas del Rif a semejanza de Vejer, en honor a su querida esposa az-Zahra. El matrimonio tuvo varios hijos, entre ellos una hija a la que llamaron Sa´ida, nacida en 1493. Ella al igual que sus hermanos recibió una esmerada educación, tanto en letras como en ciencia. Sa´ida mostró desde joven su carácter independiente y fuerte. Con tan solo 17 o 18 años se casó con el comandante de Tetuán, el Mandri II. En aquellos tiempos, las costas marroquíes estaban siendo asediadas por castellanos y portugueses, de ahí que el-Mandri II, marchara con su ejército en campaña, ausentándose de la ciudad en varias ocasiones por períodos más o menos prolongados. Mientras su esposo estaba fuera, Sa´ida comenzó a ocuparse del bienestar de los tetuaníes. Enseguida mostró su valía, tenía gran capacidad y determinación para gestionar y dirigir la política de Tetuán. Se ganó el cariño del pueblo y el respeto de los gobernadores de las ciudades de los alrededores.






En 1539 su esposo el-Mandri II murió y ella, en solitario, asumió el poder de la gobernación de Tetuán. Dicho cargo lo ostentó durante 17 años, a lo largo de los cuales demostró audacia y valentía, ya que después de fortificar la ciudad y construir unos astilleros en la desembocadura del río Martil, se asoció al pirata bereber Jayreddine, apodado Barbarroja para hacer frente y hostigar a los castellanos y portugueses. Se convirtió en una seria y dura adversaria, mencionada en muchas ocasiones en las crónicas portuguesas y castellanas, llamándola “Dama Pura” o “Noble Dama”. Sa´ida supo sacarle partido a la piratería, ya que la economía tetuaní se vio muy beneficiada, gracias a los ingresos recibidos a cambio de la liberación de los prisioneros. Desde Fez, el sultán watasí, intentó, sin éxito, controlar el territorio de la Noble Dama, ganándose a cambio el respeto del poder fesí.   

El hermano de Sa´ida, llamado Muhammad, tercer gobernante de Xauen, se vio envuelto en una situación política delicada frente al poder de Fez. Cuestión que ahora sería muy largo de contar. La solución a dicho conflicto pasó por un acuerdo de matrimonio entre el sultán de Fez Moulay Ahmed y la Señora de Tetuán, Sa´ida. De esta manera la situación de su hermano Muhammad en Xauen, quedó resuelta. Las condiciones del acuerdo matrimonial las impuso Sa´ida, por ejemplo, la exigencia que fuera el propio Moulay Ahmed, quien se presentara en Tetuán para celebrar el enlace, que tuvo lugar en 1541. Ella exigió también continuar con su gobierno en Tetuán. Y así fue. Sólo un año después, debido a la codicia de su hermano, quien sólo después de aliarse con un gran ejército, logró vencer a la Gran Señora. Sa´ida fue expulsada de Tetuán y sus bienes fueron confiscados. Lamentablemente, en ese momento desaparece de la historia la figura de tan singular mujer. Surgieron distintas leyendas entorno a su lugar de descanso.  Unos dicen que regresó a su ciudad natal, Xauen donde murió y fue enterrada en la zawiya Raysuniyya.

Sa´ida el-Horra pasó a la historia de Marruecos como la única mujer que gobernó un territorio independiente, lo que le valió el máximo respeto hasta hoy en día. Los marroquíes la veneran especialmente en su ciudad natal, Xauen. 


BIBLIOGRAFIA:

-          El Marruecos andalusí. Museo sin fronteras. Edición Electa y EDDIF.

-          Marruecos, gentes, tradiciones y creencias. Yolanda Guardione, Alianza Editorial

1 comentario:

  1. Qué extraña historia la de Sa ´ida, cómo el destino le dibujó un camino tan distinto al de las mujeres de su cultura, que hoy continúan sin poder público. Muy interesante la investigación.

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